--------------------------------- Herramienta de Google analitics ------------------------- fin de herramienta de google analitics El blog de Moncada y Lorenzo: Todo sobre la fricción en una cabeza fluida

martes, 17 de abril de 2012

Todo sobre la fricción en una cabeza fluida

 
Cualquiera que trabaje profesionalmente con trípodes de televisión o cine considera el trípode o la rótula como una herramienta para realizar movimientos panorámicos y de inclinación con la cámara. Un factor decisivo para obtener imágenes satisfactorias es que el movimiento de cámara sea suave y estable a diferentes velocidades. ¿Qué se requiere para obtener esa suavidad y estabilidad en los movimientos? Un contrabalanceo preciso y una fricción finamente ajustada.


La historia – desde el trípode de fotografía…


Echando un vistazo a la historia del desarrollo del soporte de cámara, el punto de arranque fue la fotografía a inicios del siglo XX. La cabeza del trípode de fotografía se utilizaba entonces para el anclaje de la cámara al trípode. El movimiento panorámico, sin embargo, no era posible aún. La primera cabeza conocida como “panorámica” era una rótula que realizaba un movimiento panorámico con la ayuda de una manivela. 


En el cine, los cambios en el punto de vista horizontal y vertical tomaban más y más  importancia. Para cubrir esa demanda apareció la cabeza con movimiento de inclinación, que al principio sólo permitía posiciones de inclinación discretas.



Un desarrollo posterior resultó en la aparición de las cabezas conocidas como “de fricción”. Estaban dotadas de una fricción mecánica, mediante un sistema parecido a los frenos de disco; retenían el movimiento panorámico del operador. La operación de este tipo de cabezas era muy complicada, dado que cada una reaccionaba de forma diferente y las superficies de fricción se desgastaban de forma desigual. La repetición de una secuencia con movimiento era total o parcialmente imposible porque el sistema no ofrecía un movimiento homogéneo.


…hasta el movimiento panorámico homogéneo.


En la búsqueda de un movimiento panorámico perfecto, aparecieron las cabezas giroscópicas a inicios de los 50. Éstas eran instrumentos que integraban un balancín giroscópico en la carcasa. La conservación del momento angular en el giroscopio permitía mantener la alineación de la carcasa. Para la cabeza, esto significaba que la masa era sometida a un momento desde dentro de la carcasa de la cabeza. Esto supuso la obtención de un movimiento panorámico de acción suave.

Ya era posible un movimiento panorámico perfecto, pero la finalización del movimiento era difícil: La fuerza centrífuga o la conservación del momento angular tendían a continuar el movimiento en el sentido de la panorámica. La solución: A mediados de los 60 aparecieron las primeras cabezas “hidráulicas” o “fluidas”. Un fluido dentro de la carcasa de la cabeza es el responsable de dotar de fricción al movimiento. La fricción hidráulica balancea los movimientos consiguiendo un recorrido suave y homogéneo que no depende de la mano estable del operador.


¿Fricción y contrabalanceo para conseguir un funcionamiento balanceado?


Los constructores de cabezas fluidas tuvieron que afrontar otro molesto efecto colateral: El diseño de las cabezas fluidas hace imposible que el punto de rotación coincida con el punto focal de la cámara cuando se realizaban panorámicas verticales; por contra, si no que coincide con el punto de rotación de la cabeza fluida. Esto implica que la cámara supone un sobrepeso extremo en la dirección del movimiento. Dependiendo de si la cámara está realizando un movimiento hacia el frente o hacia atrás, el operador tendrá que presionar el brazo hacia arriba o hacia abajo. Por tanto, el peso de la cámara debe ser balanceado mediante un mecanismo de “contrabalanceo”. Éste asegura que el peso de la cámara permanezca “neutral”; es decir, puede moverse la cámara hacia el frente o hacia atrás sin un requerimiento extra de fuerza. Sólo de esta manera pueden conseguirse movimientos suaves.


¿Por qué necesita fricción una cabeza fluida?


Dependiendo de las condiciones de la toma, se requieren distintas velocidades en los movimientos. La fricción lo hace posible. Si la fricción y el contrabalanceo no funcionan perfectamente, los defectos o la falta de calidad del sistema provocarán efectos indeseados en la toma, que son de muy difícil corrección.

En la actualidad, la cabeza fluida permanece como una parte fundamental de un sistema de trípode profesional. En los 70 fueron desarrolladas una gran cantidad de cabezas con diversos grados de fricción fluida, en las que se conseguía la fricción por medio de sustancias densas. La compañía Sachtler inventó un sistema de fricción basada en un fluido desarrollado especialmente. Este fluido o aceite lubricante tiene una determinada calidad de distensión que es responsable de la típica deceleración y movimiento suave de las cabezas de Sachtler.


Ace – constante y reproducible


"Ace", la nueva cabeza fluida desarrollada por Sachter, utiliza ahora un sistema llamado SA-drag™ como módulo de fricción. Las siglas responden en ingles a Fricción de Actuación Sincronizada
Las superficies deslizantes que producen la fricción están siempre engranadas sincrónicamente en cada segmento de fricción. Cada segmento tiene definido exactamente su momento de fricción, que es siempre constante y reproducible. Esto significa que cada modulo tiene siempre el mismo número de superficies deslizantes – separadas por el famoso fluido de Sachtler. Los módulos de fricción se activan, combinan o se usan pasivamente dependiendo de la fricción deseada. Para obtener la máxima fricción, se conectan todos los segmentos en serie; para una fricción ligera se usan menos elementos de forma proporcional.

En el módulo, completamente encapsulado, los segmentos cilíndricos sincronizados se deslizan respecto a sus vecinos. El fluido se asigna a cada uno de los segmentos. En los sistemas no construidos por Sachtler, el comportamiento de la fricción cambia separando los módulos de fricción para conseguir menos fricción, y lo contrario para incrementarla. Este proceso requiere abrir el sistema, siendo vulnerable al polvo.
Otra desventaja considerable es que el movimiento de los cilindros también mueve la cabeza. Esta distribución de grasa no es reproducible, y por tanto, tampoco lo es el comportamiento de la fricción. La tecnología patentada del sistema SA-drag™, la nueva fricción de Sachtler, es muy constante y reproducible desde el primer momento.
Esta repetitividad es fruto de la experiencia de décadas de Sachtler en tecnología de elementos de fricción.


Nueva tecnología de fricción SA-drag™


Para habilitar este elemento crucial en cada trabajo artístico o cinematográfico en cabezas pequeñas y extremadamente compactas, los desarrolladores de Sachtler han creado el principio de segmentos individuales con la tecnología SA-drag™.

Tal como ocurre con el resto de cabezas Sachtler, el sistema SA-drag™ está completamente encapsulado. El comportamiento de la fricción no se ve influenciado por las condiciones externas como la presión atmosférica, temperatura (en el rango de -30 y 60º), humedad del aire, así como polvo o suciedad. El sistema de contrabalanceo de Sachtler se aplica con 5 grados. El resultado es un sistema de fricción excelente para cámaras con un peso de hasta 4 kilos.

La calidad de siempre.


Con el uso de un nuevo material, la cabeza Ace pesa solo 1,5 Kg. Tanto la cabeza como la carcasa de los módulos SA-drag™ están fabricados de un compuesto de fibra de vidrio reforzada. El diseño está basado en el clásico de las cabezas fluidas de Sachtler, que ha ido optimizándose con los años. Todos los elementos de control, como la palomilla para nivelar la cámara o el freno horizontal y vertical se encuentran en el lugar habitual, garantizando la ergonomía y facilidad de operación.

Arne Stadler
www.sachtler.com

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